Todo el territorio andaluz se incluye en el macoroclima
mediterráneo (está dentro del intervalo latitudinal 23º a 52º N/S y presenta al
menos 2 meses de sequía en verano). De los bioclimas que conforman el
macrobioclima Mediterráneo, cuatro están presenten en Andalucía: pluviestacionaloceánico, xérico-oceánico, pluviestacional-continental y
desértico-oceánico y, de forma muy puntual, aparece el bioclima xérico-continental
en las proximidades de Huéscar, Granada.
La Sierra de Cazorla se enmarca en un bioclima mediterráneo pluviestacional oceánico; se han reconocido tres termotipos
- Termotipo mesomediterráneo: Ocupa las zonas basales, por debajo de los 1200-1300m. En las zonas más frías el límite está algo más bajo, en torno a los 1100m; mientras que en las vertientes externas de la Sierra, expuestas a la solana (vertiente sureste de la Sierra del Pozo) puede aparecer a una altitud de hasta 1400m. Especies Bioindicadoras: Pistacia terebinthus, Arbutus unedo, Rosmarinus officinalis, Retama sphaerocarpa, Stipa tenacissima (entre otras)
- Termotipo supramediterráneo: Se situa por encima del anterior, y su límite llega hasta los 1750/1800 m. Especies bioindicadoras: Echinospartum boissieri, Erinacea anthyllis, Salvia lavandulifolia subsp. blancoana, Berberis hispanica, Daphne laureola subsp. latifolia, Lonicera arborea, Cytisus reverchonii, Festuca hystrix, Helictotrichon filifolium (entre otras)
- Termotipo Oromediterráneo: Aparece en las zonas cacuminales, por encima de los 1750-1800m; por ello, es el menos extendido (aunque en la Sierra de Cazorla existen múltiples puntos por encima de este umbral). El cambio paisajístico es más acusado que al pasar del meso al supramediterráneo; desaparece el bosque planifolio (y sus matorrales de degradación) y aparecen los bosques abiertos de pinos (donde es muy significativo el sabinar rastrero y el matorral espinoso almohadillado). Especies bioindicadoras: Juniperus communis subsp. hemisphaerica, Juniperus sabina, Astragalus nevadensis subsp. nevadensis, Hormathophylla spinosa, Genista longipes (entre otras)
En cuanto a ombrotipos, también se han reconocido tres
- El ombrotipo subhúmedo es el más representado
- El ombrotipo seco aparece en las vertientes orientales de la Sierra (donde contacta con la Hoya de Baza y Guadiana menor). Esto pone de manifiesto que las precipitaciones son (en su mayoría) de origen Atlántico, y penetran en la Sierra de Cazorla a través de la depresión del Guadalquivir (de modo que estas vertientes estarían situadas en una “sombra de lluvias”).
- El ombrotipo húmedo se manifiesta de forma microclimática (especialmente en las zonas más elevadas, que se corresponden con los termotipos supra y oromediterráneo)
A nivel de lluvias, la posición geográfica y topografía abrupta propias de esta sierra favorecen la caída de precipitaciones, cuya media anual se sitúa por encima de los 1500mm; se trata de uno de los islotes pluviométricos más relevantes del sur penínsular.
En Sierra
del Pozo, las precipitaciones son abundantes; especialmente en la cuenca
alta del Guadalquivir, donde se registra un valor medio de 1400mm anuales. No
obstante, este valor desciende a medida que nos desplazamos hacia el sur y
hacia el sureste, de forma que al pie de la Sierra, en las proximidades del embalse
de La Bolera, se registra un valor de 600mm anuales. La lluvia útil media es de
900mm/año ara la altiplanicie kárstica y de 600mm/año para el resto de
afloramientos carbonáticos.
Cabe la pena
destacar que se da una tendencia descendente tanto en precipitaciones como en
aportaciones al embalse en los últimos años (datos disponibles aquí).
Como puede observarse en los gráficos, se produce una bajada progresiva
desde el inicio hasta el fin de la serie de datos (aún exceptuando la bajada
abrupta entre los años 90-95, que se corresponden con un periodo de sequía
prolongada en España y cuyas consecuencias fueron especialmente notadas en Andalucía).
También se aprecia un cambio en la distribución estacional de las precipitciones: descienden
principalmente las precipitaciones en los meses de Diciembre a Marzo – el trimestre
otornal pasa a ser el trimestre más lluvioso, más que el invernal.
La disponibilidad (o no) de agua durante parte del año condiciona en gran medida la composición y estructura de la vegetación; sería interesante comprobar si estas tendencias climáticas están teniendo un efecto en la vegetación
Bibliografía
Que se note la parentela filo-climática jejej
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